El gobernador de Texas, Rick Perry, es el líder en las encuestas de opinión respecto a quién será el candidato a la presidencia de EU por el partido republicano. Después de 3 años de Obama (y casi 4 durísimos años de crisis económica), los estadounidenses buscan desesperadamente alternativas de liderazgo. Como en cualquier otro país del mundo, en condiciones extremas la gente puede caer en el error de votar por la persona que más actúa como líder, no necesariamente en la persona con más legitimidad para ocupar el puesto de líder.
Esta interpretación explica en parte el atractivo de Rick Perry como candidato presidencial. El hecho de que es procedente de tierras texanas no es lo único de él que hace recordar a Bush hijo. Pero sus recientes declaraciones no ayudan a fortalecer la esperanza de que EU haya aprendido las valiosas lecciones que las guerras de Iraq y Afganistán (concebidas y ejecutadas tan competente y valerosamente por ese otro texano tan ilustre, Bush Jr.) tan enfáticamente quisieron enseñarle.
Fragmento traducido del Washington Post:
El gobernador de Texas, Rick Perry, dijo el sabado que consideraría la opción de enviar tropas estadounidenses a México con el fin de combatir la narco-violencia y evitar que atraviese la frontera sur de los EU.
"Podría requerir nuestra invervención militar en México," dijo Perry en respuesta a una pregunta sobre la creciente amenaza de narco-violencia a lo largo de la frontera sur. Perry no ofreció detalles, y un portavoz, Robert Black, dijo después que enviar tropas a México sería sólo una manera de poner fin a la explosiva narco-violencia de la región.
Ahora, no hay que caer en el riesgo de tomar las cosas fuera de contexto. Esto es sólo una declaración de un pre-candidato a la presidencia. Sí, Rick Perry encabeza las encuestas entre los republicanos, pero no significa que vaya a ser el próximo presidente de los EU. La probabilidad de que ese evento suceda existe, pero aún así, esta declaración por sí misma no significa que EU invadirá México con la misma regularidad e impunidad con que invaden un país africano o de medio oriente.
Lo que sí podemos decir de esta declaración es que es, en el mejor de los casos, un desliz lingüístico. En el peor, es una muestra de idiotez y total desprecio por la historia militar e intervencionista reciente del país gringo, por no mencionar la total ignorancia de las dimensiones económicas y políticas del mundo del narco. Pensar que la acción militar de parte de un poder foráneo es la manera de derrotar al narco en México es la idea más estúpida que cualquier candidato a la presidencia del país todavía más poderoso del mundo podría concebir.
Esto en verdad lo hace a uno preguntarse: ¿qué tiene el agua de Texas que permite nacer y florecer a líderes tan iluminados de manera tan consistente?
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