Traducción al español del artículo publicado por The Economist en su número de agosto 27, 2011. Se puede encontrar íntegro en inglés aquí.
La Economía Mexicana
Haciendo florecer el desierto
La economía mexicana se ha más o menos recuperado de lo que fue una terrible recesión importada de los EU, pero todavía sigue siendo estrangulada por monopolios domésticos y carteles
Ago 27th 2011 | SALTILLO | de la edición impresaCaliente y en las alturas de la Sierra Madre, Saltillo queda lejos de Wall Street. Chivos disecados vigilan a los clientes en una tienda de ropa vaquera donde los trabajadores de las fábricas locales gastan su sueldo en botas de piel de víbora y sombreros Stetson de $100 dólares. Aquí hay más camisas a cuadros y hebillas de plata que trajes finos y corbatas de seda; se prefieren las camionetas más que los Porsches.
La crisis financiera de 2008 comenzó en los pisos cambiarios de Manhattan, pero sus mayores repercusiones se sintieron en el desierto al sur del Río Bravo. México sufrió la recesión más fuerte de todo el continente, excepto por algunos países del Caribe. Su economía se contrajo en 6.1% en 2009. Entre el último trimestre de 2008 y el segundo de 2009 se perdieron 700,000 empleos, 260,000 de ellos en manufactura. La caída fue peor en el próspero norte; el estado más golpeado fue el de Coahuila. Saltillo había acumulado riqueza exportándole a EU. La producción del estado cayó en 12.3% en 2009 al caer la demanda. La recesión tornó una década aceptable para el país en una decepcionante. En los diez años a 2010, el ingreso per cápita creció 0.6% anualmente, una de las tasas más bajas en el mundo. A principios de esa década México contaba con la economía más grande en Latinoamerica, medida en tasas de cambio de mercado, pero Brasil pronto la superó con un PIB que ahora es más del doble que el de México y sigue ganando ventaja gracias a la apreciación del real. Pronto Brasil también será el líder en producción petrolera, la cual se ha reducido en México. Mientras los brasileños construyen estadios para el Mundial del 2014 y las Olimpiadas del 2016, los mexicanos, que el año pasado celebraron el bicentenario de su independencia le construyen monumentos a su pasado (acabándolos tarde).
Los Músculos de México
Pero la economía mexicana contiene mucho potencial. Gracias al TLCAN y otros tratos bilaterales, México comercia más que Argentina y Brasil combinados, y más por persona que China. El año pasado tuvo negocios con EU por $400 mil millones de dólares, más que cualquier otro país excepto Canadá y China. Su tasa de inversión, más de un quinto del PIB, está muy por delante de la de Brasil. El ingreso per cápita cayó por debajo del de Brasil en 2009, pero sólo a causa de la apreciación del real y la debilidad del peso. Pero tomando en cuenta la paridad de poder adquisitivo, los mexicanos siguen siendo más ricos que los brasileños.
Aún si los expatriados se quejan de la burocracia, el Banco Mundial ubica a México como el mejor país latinoamericano para hacer negocios, y en el lugar 35 a nivel mundial, adelante de Italia y España. En Brasil (lugar 127) las empresas gastan 2,600 horas al año declarando impuestos, seis veces más que en México. Registrar un negocio toma nueve días en México y 26 en Argentina. Los mexicanos, que supuestamente aman las siestas, son de los que más horas trabajan a nivel mundial. Y a pesar de que las escuelas mexicanas son las peores en el club de países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son las menos peores en Latinoamerica después de las de Chile.
Estas fortalezas han ayudado a México a levantarse de la estrepitosa caída. El año pasado la economía creció 5.4%, recuperando mucho del terreno perdido en 2009. Las exportaciones a EU, después de caer 20%, llegaron a un nuevo máximo. En el desierto hay señales de vida: la calle principal de Saltillo, donde cuatro de cada diez tiendas cerraron durante la recesión, otra vez se muestra ocupada. CIFUNSA, una fundidora que produce 400,000 toneladas de acero al año para clientes como Ford y Volkswagen, recortó 40% de su personal en 2009, pero ha recontratado a la mayoría y ahora produce más de lo que hacía antes de la recesión.
De todas formas, el mercado laboral todavía no regresa a donde estaba. A nivel nacional el desempleo se ubica en 5.4%, después de haber llegado a 6.4% en 2009. Javier Lozano, secretario del trabajo, cree que la cifra pre-recesión de 4.1% no será alcanzada de nuevo en lo que queda del presente término presidencial o en el siguiente. Aún más, los empleos nuevos no son tan buenos como los que se perdieron. El salario promedio el año pasado fue 5% más bajo que en el 2008. Debido a esto y al aumento de precios de alimentos, más mexicanos han caído en la pobreza; el año pasado 46.2% de ellos se encontraban debajo de la línea de pobreza oficial (ganando menos de $2,114 pesos al mes), cuando en 2008 la cifra fue de 44.5%.
Así como la recesión ocurrió gracias a los gringos, la recuperación también depende en parte de ellos. Muchos analistas que predijeron crecimiento de 5% para este año han recortado ese estimación a 4% después de las revisiones al PIB de EU en julio. Las exportaciones constituyen casi un tercio del PIB mexicano de $1 billón de dólares, y la mayoría van a EU. Las remesas representan $190 dólares por persona por año (menos que los $240 dólares de 2007). Ahora EU enfrenta varios años de crecimiento pobre, lo cual representa un dilema para México.
Algunos ven el reciente crecimiento explosivo de Brasil y se preguntan si es tiempo de seguir su ejemplo y buscar nuevos mercados. En 2009 sólo 3% de las exportaciones mexicanas fueron a Brasil, Rusia, India o China (los BRICs), mientras que Brasil mandó 16% de sus exportaciones a los BRICs. Los países industrializados reciben menos de la mitad de las exportaciones brasileñas, pero 90% de las mexicanas. El Banco Interamericano de Desarrollo, el prestados más grande de la región, describe una Latinoamerica de "dos velocidades", donde economías como la de México, que comercian principalmente con países desarrollados, se quedan atrás de países como Brasil, que se han atado a los mercados emergentes.
¿Norte o Sur?
México ya ha diversificado sus exportaciones. El porcentaje de ellas recibido en EU cayó de 89% en el 2000 a alrededor de 78% este año y seguirá cayendo, según Miguel Messmacher, jefe de planeación económica de la Secretaría de Finanzas. Las ventas a Latinoamerica y Asia están creciendo dos veces más rápido que las que van a EU. La industria automotriz, la que más exporta en México, encabeza la tendencia: aunque sus ventas a EU siguen creciendo, ahora sólo constituyen 65% del total. Eduardo Solís, jefe de la asociación nacional de la industria, dice que le gustaría que la cifra llegara a 50% al concentrarse en Latinoamerica y Europa.
Otros dicen que el futuro económico de México siempre estará al norte. "No podemos convertirnos en exportadores de materias primas y mandarle soya a China," dice Jorge Castañeda, antiguo secretario de relaciones exteriores. La historia, geografía y recursos naturales han unido a México con su vecino rico: "No es algo que escogemos," dice. Si la economía de EU crece lentamente, México simplemente tendrá que aumentar su participación en ella.
China ha complicado ese trabajo. Desde que China ingresó a la Organización Mundial de Comercio en 2001 su porción de importaciones de EU ha crecido rápidamente y es ahora la más grande. Las participaciones de Canadá y, sobre todo, de Japón, han caído. La de México, que casi se duplicó desde que el TLCAN entró en efecto, cayó después de 2001, pero está volviendo a crecer.
Los bajos salarios en China, que le quitaron fábricas a México, están creciendo rápidamente. En 2003 los salarios en México eran tres veces más altos que en China, pero ahora sólo son 20% más altos, dice Messmacher. La apreciación del yuan y lo barato del peso acentúan esta tendencia.
El alto precio del petróleo ha dado más valor a la cercanía de México con EU, su as bajo la manga. La disputa solucionada en julio le permitirá a camiones mexicanos hacer entregas en EU, lo cual el gobierno mexicano calcula reducirá los costos de envío de las empresas en 15%. El ascenso de China también le puede ayudar a México, al forzar a las empresas de EU a ser más competitivas. Los fabricantes de autos de Detroit no pueden exportar a Corea del Sur, pero una fábrica en México que utiliza partes estadounidenses sí puede, dice Luis de la Calle, un ex-secretario de comercio.
Se ha vuelto más difícil atraer inversionistas extranjeros debido al aumento de violencia. Desde 2007 la lucha contra el crimen organizado ha ocasionado que los carteles de drogas se dividan y peleen entre sí. El año pasado la tasa de homicidios fue de 17 por cada 100,000 personas, un poco menos que la de Brasil, pero más de dos tercios más alta que la de 2007. Ernesto Cordero, secretario de finanzas, estima que la violencia le quita un punto porcentual a la tasa anual de crecimiento económico.
La violencia es altamente concentrada: el año pasado 70% de los homicidios relacionados con la mafia ocurrieron en 3% de las municipalidades. En Yucatán, donde los turistas visitan ruinas mayas, la tasa de homicidios no es peor que en Bélgica. Julio pasado fue el más atareado para la industria turística en México, pero hay señales de que la serie de noticias sangrientas comienza a golpear las reservaciones. En los primeros cinco meses de este año hubo 3.6% menos llegadas que el año pasado. Acapulco, que recibe principalmente turístas nacionales, se encuentra casi vacío debido a las frecuentes balaceras en el corazón de la zona hotelera.
Muchas de las zonas más violentas se encuentran al norte, donde se concentra la inversión extranjera. En Ciudad Juárez, centro maquilador, la tasa de homicidios es de las más altas en el mundo gracias a la lucha por el control del cruce fronterizo entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Juárez y la poca resistencia (y frecuente ayuda) de la policía local. En Tamaulipas, donde la violencia aumentó vertiginosamente el año pasado, el desempleo ha subido a 7.5%, el más alto en el país. El jefe de una multinacional mexicana con operaciones ahí encontró que su gerente local había estado desviando fondos de la empresa hacia los carteles. Muchos empresarios ricos han mudado sus familias a EU; se rumora que el gobernador de un estado fronterizo ha hecho lo mismo (su oficina lo niega).
Los inversionistas por lo general se han aguantado. La inversión extranjera directa, que alcanzó $30 mil millones de dólares en 2007, pero cayó a la mitad de eso en 2009, se espera que llegue a $20 mil millones este año. Los empresarios minimizan los efectos de la violencia: Solís admite que algunos conductores han sufrido atracos en las carreteras, pero que este año ha sido mejor que el pasado. En agosto Honda fue la más reciente automotriz en anunciar planes de expansión en México, a pesar de la inseguridad.
Aún así, la inseguridad añade costo y retrasos. El viaje de Saltillo a Monterrey, el aeropuerto grande más cercano, se ha vuelto riesgoso, por lo que más personas dependen ahora del diminuto aeropuerto de Saltillo, donde una sola aerolínea ofrece vuelos al D.F. por más de $400 dólares. En Monterrey se han cancelado conferencias, conciertos y eventos deportivos. En Coahuila el 20 de agosto un partido de futbol fue abandonado cuando se escucharon disparos afuera del estadio. Algunas empresas extranjeras temen enviar ejecutivos a la Ciudad de México, aún cuando su tasa de homicidios es más baja que en muchas cuidades de EU.
Del Tío Sam al Tío Slim
A pesar de las dificultades, un mexicano es la persona más rica del Mundo. Carlos Slim, hijo de un imigrante libanés, ha acumulado una fortuna que Forbes estima vale $74 mil millones de dólares. La revista calcula que su valor neto el año pasado creció $20,500 millones de dólares.
Casi dos tercios de la riqueza de Slim recae en América Móvil, el más grande o segundo más grande operador de celulares en los países de latinoamerica, excepto Chile, donde es el tercero. En México, el poder de Slim es notable, con 70% del mercado de celulares y 80% de las líneas terrestres. En la mitad de las 400 áreas locales del país, sólo su compañía tiene la infraestructura para conectar llamadas a líneas terrestres. No resulta sorpresivo que, después de tomar en cuenta la paridad de poder de compra, las línea terrestres en México cuestan 45% más que el promedio de la OCDE y las línea para negocios cuestan 63% más. Los celulares ofrecen mejor valor, sobre todo para los que no hacen demasiadas llamadas. Pero el acceso básico de banda ancha cuesta casi diez veces más (por megabit por segundo de velocidad anunciada) que en el resto de la OCDE.
Telecomunicaciones no es el único sector monopolizado. Un estudio de la OCDE y de la Comisión Federal de Competencia (CFC) encontró que 31% del gasto de los hogares mexicanos se dedica a productos ofrecidos por mercado monopolísticos o altamente oligopolísticos. El 10% más pobre de los hogares sufre más, dedicando 38% de su gasto en dichos productos.
El costo de tales mercados cautivos es desastroso. Hasta hace poco, por ejemplo, los negocios que vendían medicamentos genéricos estaban obligados, por ley, a operar una planta en México. Eso, junto con un sistema que permite a los doctores recetar medicamentos por marca en vez de por compuesto genérico, significa que el mercado lo dominan marcas caras. Los genéricos representan menos del 17% del mercado de medicamentos, comparado con 66.5% en EU. Los medicamentos en México son un tercio más caros que en Gran Bretaña.
El Laberinto de la torpeza
El transporte es caro también. Un puñado de aerolíneas baratas llegó en la década pasada, pero han batallado para conseguir turnos de despegue y aterrizaje en el aeropuerto del D.F., los cuales son otorgados por un comité dominado por incumbentes. La CFC encontró que vuelos hacia y de la Ciudad de México eran entre 40% y 80% más caros que vuelos a aeropuertos menos congestionados. Las rutas de autobuses entre ciudades están dominadas por cuatro empresas que se dividieron el país. Las tarifas son 10% más caras de lo que deberían ser, según la CFC.
También en el sector bancario falta competencia. Dos bancos controlan casi la mitad del mercado de depósitos y dos tercios de los mercados de tarjetas de débito y crédito. La falta de opciones significa que 95% de los cuentahabientes nunca han cambiado de banco. En lo alto de las listas de quejas de las empresas de Saltillo está la escasez y el costo de crédito.
Algunos de estos puntos están siendo atendidos. El colapso de Mexicana, la línea aérea más vieja de Norteamerica, el año pasado, presentó la oportunidad de subastar sus espacios a competidores más hábiles. Los medicamentes deben hacerse más baratos gracias a un sistema de subastas ideado por la CFC para el IMSS. En abril una nueva ley de competencia introdujo castigos de hasta diez años de cárcel por colusión, y le otorgó a la CFC el poder de realizar inspecciones sorpresa. Ese mismo mes la comisión le impuso a la empresa de telefonía móvil de Slim una multa récord de mil millones de dólares por abuso de su dominio de mercado.
El sector bancario se ha abierto a entrantes como Walmart, quien ya sacudió el sector minorista. El crédito comercial se está expandiendo: se encuentra en 19% de PIB, más del doble de lo que fue en 2003. Los préstamos suman menos de la mitad de lo que fueron antes de la crisis de 1994, lo que sugiere mucho espacio para crecer -ciertamente más que en Brasil, donde el crédito ya llega a la mitad del PIB.
Imponer competencia en industrias protegidas no es fácil. Cuando el gobierno decidió en 2009 cerrar Luz y Fuerza, una generadora de electricidad paraestatal que le costaba a los contribuyentes $3 mil millones de dólares al año, se requirieron 1,000 agentes de policía en atuendo anti-disturbios para ocupar las oficinas. Desde que Luz y Fuerza cerró, la espera para nuevas conexiones en el D.F. ha caído de 10 meses a cuatro. Pero sus ex-empleados siguen obstaculizando sectores de la ciudad con sus protestas. Esfuerzos por reformar la ley laboral, con el fin de facilitar la contratación y el despido y permitir contratos a prueba por seis meses, han encontrado oposición en el congreso. Aún con la nueva ley de competencia, muy pocos le ven mucha oportunidad a las autoridades de que venzan a los abogados de Slim.
La respuesta es abrir la economía y permitir que la competencia extranjera obligue a las empresas mexicanas a adaptarse, según de la Calle. "Si tienes libre comercio, no necesitas reformas estructurales porque las compañías tendrán que competir," dice. Cita el ejemplo de la carne de puerco, sector en el que abundaba el cólera. Los ganaderos resistieron los esfuerzos por erradicarlo, prefiriendo vender bajo volumen a precios altos. Cuando las tarifas a las importaciones cayeron, la carne de puerco barata de EU obligó a los ganaderos mexicanos a mejorar. El cólera fue eliminado, la producción creció y los precios cayeron. Otras industrias podrían beneficiarse de lo mismo. El petróleo, por ejemplo. PEMEX, monopolio estatal, maneja todo, desde exploración hasta gasolineras. Sus ganancias contribuyen un tercio de los ingresos del gobierno, permitiendo a México mantener un régimen fiscal generoso y mal impuesto. Pero tras décadas de baja inversión la producción ha sido dañada, cayendo de 3.4 millones de barriles al día en 2004 a 2.6 millones. Brasil, que ha permitido la inversión extranjera en sus pozos, produce alrededor de 2 millones de barriles diarios y espera bombear 6 millones en 2020. La producción de PEMEX se estabilizó el año pasado, y en agosto otorgó sus primeros contratos basados en desempeño, lo cual precede la exploración de las aguas profundas del Golfo por las grandes petroleras. Pero esfuerzos por hacer a la paraestatal más eficiente han sido vetados por el sindicato de la industria. Las refinerías son administradas mediocremente; en las gasolineras está prohibido el auto-servicio.
El Instituto Mexicano para la Competitividad, un centro de investigación, estima que la tasa de crecimiento del PIB podría aumentar por 2.5 puntos si la industria petrolera se abriera y se reformaran las leyes laborales y de competencia. Pero aún recuperándose de la recesión americana, México no tiene ganas de abrir más su economía. Con elecciones presidenciales el próximo año, sería más fácil seguir lentamente a Brasil, una economía a la que México en ciertas formas supera. La recuperación de México después de la crisis y su resistencia frente a la inseguridad demuestran su fortaleza. Si sólo pudiera romper las represas monopolísticas que mantienen en sequía a su economía, su desierto podría un día comenzar a florecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario