La consultoría McKinsey publicó recientemente su reporte Debt and Deleveraging (varios formatos disponibles aquí), en el cual analiza el grado al que las economías maduras más grandes del mundo han reducido su nivel total de deuda, el camino que falta por recorrer en ese respecto, y lo que todo esto implica para el futuro del crecimiento económico en esos países y a nivel mundial.
El reporte dice:
El reporte de McKinsey de 2010 demostró que tomaría muchos años reducir de manera segura los niveles de deuda, así como limpiar el camino para el crecimiento económico, debido al hecho de tener que lidiar con las consecuencias de la burbuja global de crédito.
Dos años después, las economías más grandes han apenas comenzado a desapalancarse. Sólo tres de las grandes economías desarrolladas--E.U., Australia y Corea del Sur--han visto reducir la proporción de su deuda total con respecto a su PIB. El sector privado encabeza la reducción, mientras el gobierno ha visto incrementar su nivel de deuda debido a la recesión. Sin embargo, históricamente, bajo condiciones ideales, el desapalancamiento del sector privado lleva a la renovación del crecimiento económico, seguido de reducción de deuda del sector público.
El siguiente gráfico muestra la proporción de deuda total con respecto al PIB para las diez economías desarrolladas más grandes del mundo a lo largo de los últimos 21 años. El caso de España es notable debido a que en ese período pasó de ser el país menos endeudado de la muestra a ser el tercer más endeudado. Por otro lado, Gran Bretaña parece haber experimentado el mayor crecimiento en términos absolutos en su proporción de deuda. La deuda total incluye deuda de los hogares, deuda corporativa, deuda de instituciones financieras y deuda del sector público.
Otros puntos importantes del reporte:
- El proceso de desapalancamiento apenas ha comenzado en la mayoría de los países. Basándonos en datos del segundo trimestre de 2011, la deuda total se ha incrementado para las diez economías desarrolladas más grandes desde la crisis de 2008-09, debido principalmente a incrementos en deuda pública. Sólo tres países--E.U., Australia y Corea del Sur--han visto reducir su nivel de deuda como proporción del PIB.
- El desapalancamiento de Suecia y Finlandia en los 90s ofrece lecciones relevantes. Ambos países experimentaron burbujas crediticias y colapsos, luego recesión, reducción de deuda, y finalmente crecimiento económico robusto. Sus experiencias, así como otros ejemplos históricos, demuestran dos fases distintas del desapalancamiento. En la primer fase, que dura varios años, los hogares, las corporaciones y las instituciones financieras reducen su deuda significativamente. Mientras esto sucede, el crecimiento económico es negativo o mínimo y el nivel de deuda pública aumenta. En la segunda fase del desapalancamiento, el crecimiento del PIB rebota y permite reducir gradualmente, a lo largo de muchos años, el nivel de deuda pública.
- Los episodios históricos de desapalancamiento revelan seis signos críticos de progreso: el sector financiero se estabiliza y la actividad de préstamo aumenta; hay reformas estructurales que impulsan crecimiento en el sector privado; se establecen planes creíbles a medio-plazo para reducir el déficit; las exportaciones crecen; se reanuda la inversión privada; y se estabiliza el mercado hipotecario y se reanuda la construcción residencial.
- En enero de 2012, E.U. es el país que más de cerca sigue el camino de los Nórdicos rumbo al desapalancamiento. La deuda del sector financiero ha caído a niveles vistos por última vez en el 2000, antes de la burbuja, y el nivel de deuda corporativa como proporción del PIB también ha caído. Los hogares estadounidenses han logrado mayor progreso en reducir su deuda que en el resto de los países, y pueden pasar hasta dos años más antes de que la reduzcan a niveles sostenibles. El despalancamiento en el Reino Unido y en España procede más lentamente, y estos países pueden encarar todavía muchos años de reducción gradual de deuda hacia el futuro.
- Será de crítica importancia para los ejecutivos y para los gobiernos entender el progreso del proceso de desapalancamiento, ya que esto impactará sus procesos estratégicos. El reporte examina las implicaciones para la estrategia de negocios y sugiere que los modelos macroeconómicos actuales no capturan completamente el impacto del despalancamiento en la demanda--así que las compañías deben desarrollar sus propias visiones sobre cómo el desapalancamiento puede ayudarles a encontrar nichos de oportunidad en el corto plazo. En general, el crecimiento en eras de desapalancamiento tiende a ser restringido, pero el ritmo de reducción de deuda varía entre países, sectores y regiones. Ningún país en especial presenta todas las condiciones que permitirían revivir el crecimiento.
El reporte hace un buen trabajo de resumir grandes cantidades de información de manera coherente y fácil de entender. Lamentablemente, la situación en Grecia en particular y en el resto de Europa en general, con la crisis de deuda soberana que no termina de resolverse ya sea de manera benévola o caótica, puede volver a causar estragos en el sistema financiero internacional, lo que reduciría la actividad de préstamos y la capacidad de los gobiernos de controlar sus déficits presupuestarios. Si esto resulta en un nuevo episodio de recesión global, será muy difícil que el comercio internacional reanude su tendencia alzista, lo que vendría a apagar de nueva cuenta cualquier intención de los agentes del sector privado de invertir.
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