domingo, 8 de enero de 2012

Los Límites de la Democracia

En 2012 varios países democráticos--por lo menos nominalmente--verán cambio de mando. E.U. observará elecciones presidenciales en noviembre, México en julio, Venezuela en octubre, Rusia en marzo y Francia durante la primavera. En varios de estos, por no decir que en todos, los votantes se encuentran un poco menos que entusiasmados por la oportunidad de despedir a su actual presidente. No tanto porque el actual líder sea excepcional, sino porque los candidatos para remplazarlo representan opciones menos que inspiradoras.


En E.U. el partido Republicano está haciendo todo lo posible por probar los límites de la tolerancia del electorado, lanzando candidatos con credenciales y convicciones cada vez más y más ridículas. Venezuela tendrá el sospechoso placer de ver competir al convaleciente Hugo Chávez contra una oposición que muchos esperan--tal vez con demasiado optimismo--se logre unir bajo un mismo manto para llegar a organizarse y brindarle una buena pelea al líder de la revolución bolivariana.

En Rusia la cosa se le ha complicado a Vladimir Putin, al ver protestar a decenas de miles de personas en contra de la captura del sistema politico y electoral por parte del partido Rusia Unida--encabezado por Putin mismo; también protestan, específicamente, contra la figura del que aspira volver a ser presidente de ese país, debido a su naturaleza autoritaria. En Francia, Sarkozy tendrá un 2012 terrorífico, en el que enfrenta no sólo el reto perpetuo de la crisis del euro, sino que también se enfila a la elección presidencial flanqueado por la derecha y por la izquierda respectivamente por los Socialistas de Francois Hollande y por el Frente Nacional lidereado por la extremista Marine Le Pen.

La elección que los ciudadanos de estos países enfrentan no es nada fácil, pero en ciertos países la elección del líder importa más que en otros. Francia, sin importar quién gane su elección, se encuentra inmiscuida en eventos que están más allá de su voluntad, que no puede controlar por sí misma. Tal vez el principal factor que deben pesar los votantes en ese país es la capacidad de negociación del candidato por el que vayan a votar. En Rusia, la decisión de los ciudadanos no depende tanto de elegir a un candidato adecuado, sino de hacer oír su voz y no cejar en su intento de hacer valer sus derechos. En E.U. la decisión que el electorado enfrenta es entre conservar un líder mediocre o canjearlo por uno que tal vez resulte peor. Los problemas de Venezuela parecen combinar un poco de cada uno de los ya citados.

México, por su parte, enfrenta una situación muy peculiar. Se encuentra sumido en un conflicto de seguridad para el cual no hay remedios comprobados. Por otro lado, sufre de falta de competitividad y de oportunidades para una clase media cuyas expectativas no están siendo cumplidas, y para una clase baja que se rezaga cada vez más y más del resto del país. Finalmente, a pesar de la relativa estabilidad económica que vive el país, los problemas económicos del resto del mundo son una amenaza constante que tarde o temprano azotará al país, evento para el cual México debe prepararse en la mayor medida de lo posible.

Por lo tanto, México necesita en este momento un líder de fortaleza intelectual, con gran capacidad de negociación política y altamente preparado. Además, necesita alguien que se enfrente a los intereses particulares que mantienen al país en parálisis económica y política, con el fin de remover los obstáculos que le impiden a México reformarse y ganar impulso que le permita reducir la desigualdad y la pobreza. Lamentablemente, las opciones disponibles se quedan demasiado lejos de estos altos estándares.

Por un lado, se presenta un tìtere con cabeza vacía decorada por cabello perpetuamente engominado cuyo principal activo político es su esposa ex-actriz de telenovela. Este tipo representa lo peor del pasado de México, todo lo que el país ha querido dejar atrás. Abrirle la puerta a Peña Nieto es abrirle la puerta a todos los fantasmas del pasado. Los tan temidos dinosaurios priístas que controlan al enemigo de los libros llamado Peña Nieto tienen la mesa servida y--si uno le cree a las encuestas--se darán un verdadero festín el dia primero de julio. Del PAN lo más que podemos esperar es que alcancen a ponerse de acuerdo sobre a quién van a apoyar antes de la elección. Del izquierdista López Obrador mejor ni hablar.


Nuestros políticos han creado un sistema que parece diseñado para permitir sólo mediocridad. Por eso hemos sufrido por tanto tiempo el castigo de vivir bajo gobiernos mediocres o malos.


-Sergio Sarmiento
El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante promedio.

-Winston Churchill

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