Analysis: Clock ticks on Calderon's hunt for drug lord
Esta nota publicada por Reuters el 17 de Mayo hace referencia a los esfuerzos del gobierno de Calderón de arrestar a Joaquín “El Chapo” Guzmán. Lo interesante es que la nota busca mostrar un paralelo entre la intentona de Calderón de capturar al Chapo y el asesinato de Osama bin Laden por Barack Obama. La nota establece que capturar al Chapo sería una victoria importante no sólo para el gobierno de Calderón, sino para el Partido Acción Nacional en sí, el cual va abajo en las encuestas referentes a la elección presidencial del 2012. Asimismo, menciona la baja popularidad de Calderón entre los electores: hace dos años Calderón contaba con un índice de aprobación de 70%, mientras que ahora la cifra no llega al 50%.
El artículo cita declaraciones tratando de dar validez al punto de que la captura del Chapo podría ayudar al PAN a voltear la situación en cuanto a las encuestas electorales, y menciona como argumento el hecho de que el asesinato de bin Laden le dio un impulso al índice de aprobación de Obama.
Lo que el artículo no menciona es que el beneficio en capital político ganado por Obama, así como cualquier ganancia potencial para Calderón en caso de capturar al Chapo, se erosionará casi por completo en el corto plazo. Victorias de este tipo suelen propiciar derroche de tinta en encabezados de periódicos por semanas, pero el impacto en la vida diaria de las personas no será significativo. En E.U. los ciudadanos tienen en mente principalmente sus problemas económicos. En México, la captura del Chapo no haría mucho por arreglar el tremendo problema de inseguridad que se vive en todo el país. Por el contrario, su derrocamiento seguramente tendría como consecuencia más violencia de la que ya existe, por lo menos en el corto plazo.
Esto no quiere decir que la captura de Guzmán no es deseable. De lograrse, sería un evento simbólico que ciertamente podría mostrarse al público como un resultado positivo de la “Guerra contra el Narco”. Pero es necesario poner las cosas en perspectiva y no dejarse llevar.
Una última consideración maquiavélica, el artículo menciona que la captura del Chapo es un propósito personal de Calderón en cuanto a que quisiera lograr dicha captura antes de terminar su sexenio. Indica que el gobierno dedica recursos específicamente con este fin, y que en por lo menos una ocasión anterior han estado muy cerca de lograr la captura. Una pregunta que vale la pena plantear: si la captura del Chapo se logra a pocos meses (o semanas) de que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en 2012, ¿sería esto simple coincidencia o sería un acto deliberadamente aplazado por razones políticas por parte de Calderón y de la maquinaria panista?
En todo caso, y mucho ya se ha escrito al respecto, la solución a los problemas de seguridad en México no reside solamente en la captura de los líderes de los carteles, y mucho menos si se les captura para que terminen fugándose de la cárcel. La solución es mucho más compleja, comprende un horizonte a largo plazo, y estará compuesta por diversos factores que entre sí pueden llegar a reducir a un nivel aceptable el grado de violencia que se vive en el país. Entre dichos factores se encuentran: despenalización del consumo de ciertas drogas, reducción de corrupción en gobiernos a nivel regional y en cuerpos policiacos, mayor cooperación en inteligencia con E.U., y mayor compromiso de parte del vecino del norte en hacer su parte en lo referente a lavado de dinero y tráfico de armas hacia México.
Nadie está diciendo que será fácil, por el contrario, es complicado y tomará tiempo, pero entre más pronto se comience a recorrer este arduo camino, más pronto se verán resultados concretos y duraderos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario