miércoles, 20 de julio de 2011

Más sobre la Diversificación de las Actividades de los Grupos Criminales

Mexican TCOs Literally Leaving Their Mark on American Media
http://www.hstoday.us/briefings/correspondents-watch/single-article/mexican-tcos-literally-leaving-their-mark-on-american-media/a9af335956b0d9521a640e8e34f55c88.html


Anteriormente he comentado marginalmente sobre las cada vez más diversas actividades en que se involucran los grupos criminales más grandes que operan en México. Parece ser una apuesta que les sigue brindando beneficios netos, ya que ahora aparece un artículo en Homeland Security Today que ahonda en este tema y provee evidencia de la creciente diversificación de actividades comerciales de grupos como Los Zetas y La Familia.

Pero antes de comenzar, no puedo evitar una pequeña digresión sobre la fuente del artículo citado:

Homeland Security Today (HSToday) se autodenomina "la fuente líder de noticias y análisis independientes en asuntos de seguridad de la patria". Pertenece a un grupo editorial privado, y por propia admisión su público principal es la burocracia gubernamental que requiere información en materia de seguridad para tomar decisiones de esa índole. 

Cabe mencionar que el título de esta publicación es una obvia referencia al Departamento de Seguridad de la Patria (Department of Homeland Security), el órgano federal de los Estados Unidos que fue creado como respuesta a los ataques del 11 de septiembre de 2001 con el fin de proteger a ese país de ataques terroristas, desastres naturales y accidentes de causa humana. Fue Bush hijo el que tuvo la iniciativa de crear tal organización, y no sería terriblemente riesgoso adivinar que a él mismo se le ocurrió el nombre tan deliciosamente orwelliano de la misma.

Finalmente, vale la pena recalcar que HSToday no es ni de lejos la única publicación especializada que sirve a la burocracia de seguridad estadounidense. Es bueno ver que la tradición capitalista estadounidense sigue con el olfato empresarial bien afinado y no deja pasar oportunidad, igual si se trata del 9/11, para crear negocio.

Fin de la digresión.

Pasando al tema principal de esta pieza, el artículo citado aborda en primer lugar problemas de denominación al hablar de los grupos criminales que operan en México. En primer lugar, es un error nombrar a los grupos narcotraficantes "carteles". Por definición, un cartel es un grupo de organizaciones competidoras que logran llegar a un acuerdo sobre la cantidad a ofrecer y los precios a cobrar por los bienes y/o servicios que producen. Por lo tanto, un grupo narcotraficante por sí mismo no puede ser un cartel. Asimismo, al conjunto de grupos narcotraficantes no se les puede llamar cartel si no existe colusión entre los mismos para fijar cantidad y precio de los productos que hacen llegar a su mercado.

Por otro lado, la denominación favorecida por la burocracia gringa para un grupo narcotraficante era DTO (Drug Trafficking Organization), pero ésta parece haber sido desplazada por la de TCO (Transnational Criminal Organization) en el último par de años. Y la razón del cambio en denominación se ha visto justificado por los cambios operacionales que han experimentado dichos grupos.

El hecho de nombrarlos grupos transnacionales es auto-evidente. Las operaciones de grupos como Los Zetas y La Familia cruzan fronteras internacionales. Tienen proveedores en Sudamérica, operaciones logísticas y de distribución en México y Centroamérica, y tienen su mercado en Estados Unidos. Estas organizaciones manejan flujos de labor, capital y bienes finales a lo largo y ancho de todo un continente.

Por otro lado, el reemplazo del calificativo de narco por el más amplio de criminal tiene justificación en el hecho de la diversificación de las operaciones de las que obtienen rendimiento económico. El artículo se enfoca en la creciente participación de los grupos criminales en la industria de la piratería, aún cuando sus operaciones también incluyen secuestro, extorsión, robo, fraude, lavado de dinero, entre otras.

Por obvias razones es difícil recopilar datos robustos y confiables sobre las actividades de los grupos criminales. Pero la evidencia presentada en el artículo sugiere que la proporción de ganancias obtenidas por los grupos criminales que tiene origen estricto en el tráfico de drogas ha venido decreciendo en años recientes. Se estima que en ciertos casos el tráfico de drogas representa tan poco como sólo la mitad de las ganancias de ciertos grupos "narcotraficantes". La contraparte es que sus ganancias con origen en otras "industrias", como la de la piratería, ha ido en aumento.

Como ejemplo, se menciona que en México se venden en un año alrededor de 26 millones de DVDs legítimos y 235 millones de DVDs piratas. Los DVDs piratas producidos por Los Zetas tienen una estampa de un caballo, los producidos por La Familia tienen una estampa de una mariposa. Además de infringir leyes de derecho de autor, los grupos criminales extorsionan a los distribuidores de bienes piratas, imponiéndoles cuotas altas por derechos de distribución.

Por último, se menciona el paralelo entre las actividades de piratería de los grupos criminales mexicanos y las de grupos terroristas como Hezbollah y Hamas. El artículo declara que éstos últimos mantienen operaciones de piratería en Argentina, Paraguay y Brasil, y utilizan esas ganancias para financiar las actividades terroristas y políticas de sus organizaciones en el Medio Oriente.

La nota alarmista del artículo (alarmista para los E.U.) viene cuando declara que:
"Por ahora, la amenaza inmediata de la incursión de los TCOs en películas y música pirateadas es financiera. La piratería en México le añade a la creciente cantidad de ingresos que la economía estadounidense pierde a manos del crímen organizado. Tanto ingresos de taquilla como venta de DVDs han disminuido de forma considerable, así que TCOs como Los Zetas y La Familia le están hechando sal a la herida. El representante John Conyers Jr. (Demócrata-Michigan) de la Casa de Representantes de lo Judicial ha dicho: "millones de trabajos americanos están bajo riesgo debido a estos crímenes".
Pero la relación entre las operaciones de piratería de los grupos criminales y los "millones de trabajos americanos bajo riesgo" no es tan clara. Es cierto que la industria de filmes gringos pierde algo de ingresos por gente que compra DVDs piratas en vez de legítimos en México y otros países de América Latina (asumiendo que los grupos criminales mexicanos distribuyan en otros países latinos), pero cuando el DVD legítimo cuesta 6 veces más que el pirata, hay que tomar en cuenta la elasticidad de precio del consumidor. Los DVDs piratas son probablemente comprados en su mayoría por gente que de otra manera no compraría el DVD original de todas maneras. Por otro lado, es difícil creer que los TCOs vendan muchos DVDs piratas en E.U., donde la amplia presencia de internet y computadoras hacen de la piratería organizada una redundancia.

Artículo interesante, a pesar de todo. La perspectiva optimista propondría que la diversificación en operaciones comerciales de los grupos criminales se debe a que los esfuerzos de parte del gobierno por contener el lado más violento de sus negocios, el del narcotráfico, está rindiendo frutos. Si el gobierno se vuelve más eficaz en combatir el narcotráfico, el costo para los grupos criminales de operar en dicha industria aumenta, por lo que se ven obligados a buscar otras fuentes de ingresos. Por otro lado, la mala noticia sería que los grupos criminales siguen vivos y operando, tan adaptables e inventivos como siempre.

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